"El 90% de las enfermedades proceden del estrés". Con esta cita de Bruce Lipton, Dr. en biología, experto en células madre y pionero en el campo de la epigenética, arranco en uno de sus libros en el que tras trabajar con deportistas de élite repletos de creencias limitantes.
"Me preocupa que se genera a edades cada vez más tempranas, cuando aún no hay esa presión laboral y financiera. ¿Cómo van a llegar a los 60 esas personas?". Pero reconocer y aceptar el estrés nos puede ayudar a utilizarlo en nuestro favor.
Todos lo sufrimos y encubrimos para que no nos estigmaticen. Nadie quiere que le tachen de débil o de mal profesional.
Esto desencadena en problemas de insomnio y adicciones. La autoexigencia y el deseo de llenar el tiempo constantemente también son otros 'culpables'. Ya no estamos esperando en una cola, ni con los ojos puestos en la carretera. "La tecnología es genial, pero cómo la estamos utilizando desencadena tecnoestrés. No nos causa bienestar, sino malestar.
Experimentar miedo generalizado es psicológicamente dañino y, con el tiempo, puede provocar trastornos mentales como el estrés postraumático.
Cuando nos sentimos amenazados o en una situación de riesgo el sistema nervioso activa el miedo, un mecanismo de defensa esencial que nos avisa de que podemos estar en peligro y nos pone en alerta. Pero, a veces, el miedo surge sin que haya amenazas tangibles.
Los episodios de estrés grave o potencialmente mortal pueden inducir miedo, incluso en situaciones que no son una amenaza real, pero experimentar esta generalización del miedo es psicológicamente dañino y, con el tiempo, puede provocar trastornos mentales como el estrés postraumático (TEPT).
Trastorno por estrés agudo
El trastorno por estrés agudo consiste en una reacción disfuncional, desagradable e intensa que comienza poco después de un acontecimiento traumático o abrumador y que se prolonga durante menos de un mes. Si los síntomas persisten durante más de un mes, se diagnostica un trastorno de estrés postraumático.
Las personas con trastorno por estrés agudo desarrollan reacciones de estrés agudo que aparecen dentro de un mes de su exposición a un evento traumático. Estas reacciones al estrés consisten en aumentar la ansiedad, volver a experimentar mentalmente el acontecimiento traumático, evitar recordatorios del trauma, mostrar un estado de ánimo negativo, desarrollar síntomas disociativos (incluidas la desrealización y la amnesia) y mostrar un aumento de la excitación.
Las personas con este trastorno pueden presentar síntomas disociativos. Por ejemplo, pueden sentirse emocionalmente insensibles o desconectadas de sí mismas. Pueden tener incluso la sensación de que no son reales.
El grado de angustia después de un evento traumático en personas con trastorno por estrés agudo tiende a ser mayor que el experimentado en personas con un trastorno de adaptación.
Se desconoce el número de personas con trastorno por estrés agudo. La probabilidad de desarrollar un trastorno por estrés agudo es tanto mayor cuanto más grave o recurrente es el suceso traumático.
Diagnóstico de trastorno por estrés agudo
Evaluación médica, basada en los criterios estándar de diagnóstico psiquiátrico
El trastorno de estrés agudo se diagnostica cuando la persona afectada ha estado expuesta directa o indirectamente a un evento traumático
Además, también debe haber presentado al menos 9 de los síntomas siguientes durante un periodo comprendido entre 3 días y 1 mes:
Recuerdos angustiantes recurrentes, incontrolables e intrusivos del acontecimiento al que ha estado expuesta
Sueños angustiosos recurrentes del acontecimiento
Sensación de revivir el acontecimiento traumático, por ejemplo en forma de flashbacks
Angustia psicológica o física intensa cuando recuerda el acontecimiento (por ejemplo, al entrar en un lugar similar o al escuchar sonidos similares a los que oyó durante el acontecimiento)
Incapacidad persistente para experimentar emociones positivas (como felicidad, satisfacción o amor)
Alteración del sentido de la realidad (por ejemplo, sensación de aturdimiento o de que el tiempo se ha hecho más lento)
Incapacidad para recordar una parte importante del acontecimiento traumático
Esfuerzos para evitar recuerdos, pensamientos o sentimientos angustiantes asociados con el evento
Esfuerzos para evitar recordatorios externos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos y situaciones) asociados con el evento
Alteraciones del sueño
Irritabilidad o estallidos de ira
Excesiva atención a la posibilidad de peligro (hipervigilancia)
Dificultad para concentrarse
Respuesta exagerada a los ruidos fuertes, los movimientos bruscos, u otros estímulos (respuesta de sobresalto)
Además, los síntomas deben causar un grado significativo de angustia o deteriorar notablemente el funcionamiento de la persona afectada.
Los médicos también deben comprobar que los síntomas no sean consecuencia del uso de un fármaco o de otro trastorno.
Tratamiento del trastorno por estrés agudo
Cuidado personal
Psicoterapia
Tratamiento farmacológico
El cuidado personal es crucial durante y después de una crisis o un trauma. El cuidado personal se puede dividir en 3 componentes:
Seguridad personal
Salud física y apoyo práctico
Atención plena
La seguridad personal es fundamental. Después de un único episodio traumático, las personas afectadas son más capaces de procesar la experiencia cuando saben que ellos y sus seres queridos están a salvo. Sin embargo, puede ser difícil obtener una seguridad completa durante las crisis en curso, como el maltrato doméstico, la guerra o una pandemia infecciosa. Durante estas dificultades en curso, las personas afectadas deben buscar la guía de expertos para saber cómo ellos mismos y sus seres queridos pueden estar lo más seguros posible.
La salud física puede ponerse en riesgo durante experiencias traumáticas y después de las mismas. Todo el mundo debería tratar de mantener un horario saludable para comer, dormir y hacer ejercicio.
Un enfoque consciente al cuidado de uno mismo se centra en reducir los sentimientos de estrés, aburrimiento, ira, tristeza y aislamiento que las personas traumatizadas experimentan normalmente. Si las circunstancias lo permiten, las personas en situación de riesgo deben hacer y seguir un horario normal; por ejemplo, levantarse, ducharse, vestirse, salir y dar un paseo, además de preparar e ingerir alimentos de forma regular.
Es útil practicar pasatiempos familiares, así como actividades divertidas y entretenidas: dibujar, ver una película o cocinar.
Las interacciones con familiares y amigos y la implicación en la comunidad pueden ser cruciales, incluso si es difícil mantener la conexión humana durante una crisis.
El estiramiento y el ejercicio son beneficiosos, pero las técnicas de auto-alivio como el contar las propias respiraciones, la meditación o la auto hipnosis pueden ser igualmente útiles.
Psicoterapia
La educación puede ayudar a la persona a comprender la respuesta al estrés y el curso natural de la mejora de los síntomas. Las terapias cognitivo-conductuales pueden ayudar al paciente al permitirle que procese los recuerdos traumáticos en un lugar seguro, corrija los pensamientos desadaptativos sobre el trauma o sus respuestas, y discuta el trauma con sus propias palabras una vez que la persona sea capaz de hacerlo.
Medicamentos
Se pueden administrar medicamentos para ayudar a paliar el insomnio, la ansiedad y la agitación, pero siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud mental
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