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Foto del escritorRaquel Calles Marban

Trastorno Obsesivo (TO) - 1ª Parte

Trastorno Obsesivo y Personalidad Obsesiva: De la rigidez y la necesidad de control al caos absoluto.

 

Definición del Trastorno Obsesivo y la Personalidad Obsesiva.

 

El Trastorno Obsesivo (en adelante TO), es un trastorno mental caracterizado por la presencia de obsesiones recurrentes y persistentes que interfieren significativamente con la vida diaria de la persona afectada. Las obsesiones son pensamientos o imágenes intrusivas y no deseadas que causan una gran ansiedad o malestar emocional a la persona que las padece.


La personas obsesivas como base tienen la irrefrenable necesidad de tener el control de la realidad y de prácticamente o la mayoría de las situaciones que acontecen en su vida; y como respuesta a esta necesidad de mantener el control, pueden desarrollar actos o actitudes repetitivas y ritualizadas que destacan por encima de cualquiera otra actividad del paciente, y que tienen como fin “el mantener el control”.


Por lo que, con el fin de reducir la ansiedad o prevenir algún evento temido, y aunque estas acciones no estén conectadas de manera realista con lo que pretenden neutralizar o prevenir, comienzan a realizar estas acciones a modo de rituales, y con su repetición redundante tienen la función de reafirmar a la persona en el control de lo que puede suceder o en los efectos de algo que ha sucedido.


Cuando aparecen estas acciones o rituales es cuando lo denominamos trastorno obsesivo-compulsivo (en adelante TOC), si bien estas compulsiones no siempre están presentes, o aparecen y desaparecen de forma intermitente, manifestándose más frecuentemente en situaciones en las que aumenta los niveles de estrés y ansiedad.

Representación de una cabeza con trastorno obsesivo

 

“El exceso de control conduce a su pérdida”

- Giorgo Nardone -

 

 

Así, el TOC se basa en que acciones iniciadas a priori de forma lógica y hasta adaptativa, se convierten a través de la repetición exagerada, en una auténtica prisión o tiranía de quien las padece. De lo lógico, se pasa por exceso, a lo ilógico.

 

Por otro lado, la Personalidad Obsesiva, se caracteriza por un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la apertura y la eficiencia.

 

Me encuentro frecuentemente este tipo de patología en la consulta. Para desarrollar un TO, primero se tiene que tener una base de personalidad obsesiva, quizás esa persona ha conseguido ser funcional hasta un determinado momento, en el que por situaciones vivenciales y aumento de estrés intenta aumentar el control para así sentirse más seguro y mejor, y entonces ese exceso de control le lleva al descontrol. Suelo preguntar muy frecuentemente “ ¿sueles intentar tener todo bajo control?”, la contestación en firme “si, me gusta tener todo bajo control”. 

 

Un dia una paciente joven, con una formación académica brillante y un puesto de trabajo de responsabilidad, vino a mi consulta, evidenciaba franca angustia durante la consulta, con un discurso rápido, saltando de unas ideas a otras, típico de situaciones ansiosas, repetia de vez en cuando la frase “no puedo permitirme no ser perfecta”.


En un momento le dije: “tiene que ser francamente angustioso no poderse permitirse no ser perfecta”, se calló, cogió aire y me miró, hasta ese momento no había sido consciente de su frase. A lo largo de esa entrevista y durante las siguientes consultas quedo al descubierto su siempre tendencia a mantener el control, no solo el intento de control mental de situaciones, pensamientos y acciones que posteriormente llevaban al descontrol, sino del control del orden, de cómo colocaba la ropa en el armario, del camino que tomaba para ir al trabajo (que claramente era siempre el mismo).


Ritos y rituales continuos a lo largo de su vida, que si bien en algún momento fueron funcionales o “ hasta entonces le sirvieron”, con la repetición y perpetuación le llevaron a un verdadero trastorno obsesivo, con compulsiones incluidas. Tras tratamiento y terapia se logro disminuir y erradicar posteriormente las compulsiones, eliminar las obsesiones y que la paciente aprendiera a “descontrolar, para poder volver a controlar”.



 

¿Cuándo se considera un trastorno?

 

En este tipo de patología, como en la mayoría de los trastornos psicológicos, lo que marca la diferencia es la “cantidad” y afectación en la vida de esa persona de lo que le sucede. Se considera trastorno cuando hay una disfuncionalidad, es decir, cuando causa una interferencia y dificulta la vida diaria.

 

En el caso del TOC, las obsesiones y compulsiones son claramente excesivas y consumen demasiado tiempo, causando una notable interferencia en el rendimiento laboral o académico y en las relaciones sociales. En contraste, las características de la personalidad obsesiva pueden no causar una disfunción significativa, aunque sí pueden dificultar la adaptabilidad del individuo en diversas situaciones sociales o laborales.

 

Por poner un ejemplo, si somos personas a las que nos gusta que los trabajos que realicemos estén “bien hechos” y para ello nos mostramos atentos y hasta meticulosos en realizarlos, con una gestión sana y adaptativa de la realidad, será algo positivo.


Pero si por el contrario, para realizar un trabajo o tarea invertimos excesivamente nuestro tiempo, revisando lo revisado un numero excesivo de veces buscando posibles errores porque no estamos seguros de haberlo realizado de forma correcta, llegando a que esta tarea pueda ocupar parte del día y quedando incluso a veces sin concluirla porque no se termina nunca de revisar y controlar, entonces llegamos a lo que se denomina “la tiranía del absurdo”.

 

“A menudo somos títeres y titiriteros, víctimas y artífices de nuestros propios desastres”

- G. Nardone -

 

 

Tipos de Trastorno Obsesivo compulsivo

 

El TOC puede presentarse de varias formas, con diversos tipos de obsesiones y compulsiones. Algunos de los tipos más comunes incluyen:

 

Persona lavándose las manos de forma compulsiva

1. TOC de Contaminación:. Se caracteriza por el miedo excesivo a la contaminación por suciedad, gérmenes, sustancias tóxicas u otros contaminantes. Las compulsiones más comunes incluyen el lavado excesivo de manos, la limpieza excesiva del entorno y evitar lugares o situaciones que se perciben como contaminados.



Representación de una persona que sufre el TOC de verificación

2. TOC de Verificación:El más frecuente junto con el de limpieza. Implica la necesidad recurrente de verificar repetidamente que algo se ha hecho correctamente o que se ha cometido algún error. Esto puede incluir verificar varias veces que las puertas están cerradas, que no se ha cometido errores en tareas, que los electrodomésticos están apagados o que no se ha causado daño a otras personas accidentalmente.



 

3. TOC de Orden y Simetría: Se caracteriza por una necesidad de que las cosas estén ordenadas de una manera particular y simétrica. Las compulsiones pueden incluir la alineación de objetos en un orden específico, reorganización continua y necesidad de simetría en todas las actividades.

 

4. TOC de Pensamientos Intrusivos: Involucra pensamientos no deseados y perturbadores que a menudo son de naturaleza violenta, sexual o blasfema. Las personas con este tipo de TOC pueden evitar situaciones en las que temen que estos pensamientos se materialicen o pueden realizar compulsiones mentales para neutralizarlos.

 

5. TOC de Acumulación: Aunque a veces se considera un trastorno separado, la acumulación compulsiva puede ser una forma de TOC. Se caracteriza por la dificultad para deshacerse de objetos, independientemente de su valor, lo que resulta en la acumulación excesiva de pertenencias que pueden interferir con la vida cotidiana.

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