El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es ampliamente reconocido como un síndrome crónico de origen neurobiológico, caracterizado por dificultades en la regulación de la atención, la impulsividad y la actividad, nosotros somo especialistas en TDAH en Santa Cruz de Tenerife. Las investigaciones sugieren que estas alteraciones se deben a un déficit en las concentraciones de dopamina en ciertas áreas del cerebro, afectando de manera significativa la capacidad de concentración y la impulsividad. Sin embargo, cuando el TDAH se presenta junto con altas capacidades intelectuales (AACC), la situación se torna más compleja, y a menudo resulta en lo que se conoce como “doble excepcionalidad”.
¿Qué es la doble excepcionalidad?
La doble excepcionalidad hace referencia a la coexistencia de altas capacidades y otro trastorno del neurodesarrollo, como el TDAH, el trastorno del espectro autista (TEA), o dificultades específicas del aprendizaje. En el caso específico de TDAH y altas capacidades, estas dos condiciones pueden enmascararse mutuamente, complicando el diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Cuando un niño o adulto presenta simultáneamente TDAH y altas capacidades, es común que sus habilidades cognitivas superiores escondan las dificultades atencionales, y a su vez, que los síntomas del TDAH dificulten la manifestación completa de su potencial. Esta dinámica puede llevar a que los profesionales de la salud y educadores no detecten ninguna de las dos condiciones, o diagnostiquen erróneamente solo una de ellas.
Características comunes de la doble excepcionalidad TDAH-AACC
Las personas con doble excepcionalidad suelen compartir ciertas características tanto de aquellos con TDAH como de aquellos con altas capacidades. Entre estas se incluyen:
Alta creatividad y fluidez verbal: Suelen tener un pensamiento divergente y una habilidad destacada para resolver problemas de manera creativa.
Razonamiento abstracto superior: Pueden comprender conceptos complejos y abstractos con mayor facilidad que sus compañeros.
Intereses variados: Tienden a apasionarse por una amplia gama de temas y disciplinas, lo que puede ser un indicio de sus altas capacidades.
No obstante, estas habilidades coexisten con los síntomas del TDAH, como la inatención, la impulsividad y la hiperactividad. Estos últimos afectan su rendimiento académico y social, lo que puede llevar a que los profesionales confundan el diagnóstico.
Impacto emocional y social
Uno de los desafíos más significativos de la doble excepcionalidad es la disincronía entre el desarrollo emocional y social, y el nivel intelectual. Mientras que estos individuos pueden destacar por su inteligencia, pueden tener dificultades para gestionar sus emociones o relacionarse con sus compañeros de la misma manera. Esto puede generar frustración, baja autoestima y dificultades en las relaciones sociales, contribuyendo a un rendimiento académico inferior al esperado.
A lo largo del tiempo, se espera que su comportamiento se asemeje más al de alguien con altas capacidades, lo que puede llevar a que los síntomas del TDAH sean ignorados, tanto en el entorno escolar como en el familiar.
El desafío del diagnóstico
Existen tres escenarios posibles cuando se trata de la doble excepcionalidad:
El TDAH enmascara las altas capacidades: El comportamiento y rendimiento académico del sujeto están en un nivel promedio, lo que dificulta la identificación de sus capacidades superiores.
Las altas capacidades encubren el TDAH: La persona utiliza sus habilidades cognitivas para compensar las dificultades atencionales, retrasando el diagnóstico del TDAH.
Ambas condiciones interactúan: La combinación de TDAH y altas capacidades genera un rendimiento promedio, dificultando la identificación de cualquier condición excepcional.
Estos factores hacen que los sujetos con doble excepcionalidad sean frecuentemente pasados por alto. Los educadores y profesionales de la salud a menudo carecen de la capacitación adecuada para reconocer y abordar estas condiciones, lo que puede tener graves consecuencias para el bienestar académico y emocional de los afectados.
Consecuencias en el ámbito educativo
El impacto en la vida académica de los estudiantes con doble excepcionalidad es notable. A menudo son vistos como "flojos" o poco motivados, ya que su comportamiento y rendimiento no se ajustan a las expectativas que su inteligencia sugiere. La falta de comprensión por parte de los docentes agrava la situación, llevando a una mayor desmotivación y al uso de castigos o críticas, en lugar de un apoyo adaptado a sus necesidades.
Los estudiantes con doble excepcionalidad TDAH-AACC tienen un alto nivel de creatividad, pero su rendimiento académico puede verse afectado por la falta de motivación y la facilidad con la que se distraen. Para que estos estudiantes alcancen su máximo potencial, es esencial que se les proporcione un entorno que fomente su motivación y comprensión, en lugar de enfocarse únicamente en sus debilidades.
La necesidad de una identificación temprana
La investigación sobre la doble excepcionalidad TDAH-AACC es limitada, especialmente en comparación con otras combinaciones como altas capacidades y trastornos del espectro autista o dificultades de aprendizaje. La falta de identificación temprana de altas capacidades, junto con el TDAH, impide que muchos niños desarrollen todo su potencial.
Un diagnóstico preciso requiere una evaluación integral que considere tanto las fortalezas cognitivas como las dificultades atencionales. Al reconocer y abordar estas dos condiciones de manera simultánea, se puede brindar un apoyo más efectivo que permita a estos individuos prosperar académica y emocionalmente.
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